En el comentario anterior hablaba del contexto histórico y social de la Ley 101, instrumento oficial que declara al francés como única lengua oficial en Quebec y que debe usarse en todo momento para el comercio, la enseñanza y los servicios públicos. Es la lengua a utilizar en el medio de trabajo y es una obligación para todo comerciante hablar en francés y servir en francés a sus clientes. Ahora voy a los hechos.
Resulta que hace unos meses atrás se dio a conocer en los medios de prensa una encuesta que predecía que en el 2020 el inglés iba a ser la lengua predominante en Montreal, hecho que se demostraba con estadísticas a partir de la cantidad de hablantes y de la nueva inmigración que llegaría. Para el gobierno de Quebec la ciudad de Montreal es un lugar preciado. No solo es la capital económica de la provincia sino que es la capital de la francofonía en América del Norte. Es una ciudad a cuidar y por tanto a proteger.
A partir de la aparición del estudio de marras comenzó la cacería de brujas. La OQLF reaccionó y acumuló todas las quejas que pudo para comenzar a visitar comercios y poner multas a aquellos que contraviniesen la Ley 101, lugares que mostraban palabras en inglés en sus anuncios, y ni un texto en francés. Lo que resulta curioso es que la gente de la Oficina le cayeron encima a los medianos y pequeños comerciantes. ¿Por qué no fueron a visitar a los gigantes de la electrónica
Future Shop y
Best Buy cuyos nombres de marca están en perfecto inglés? o ¿a la gran tienda de variedades
Canadian Tire?
El registro de la
Assurance Maladie, por ejemplo, tomó la determinación hace poco de cancelar sus servicios en inglés. Toda aquella persona que vaya a solicitar su tarjeta médica o que desee comunicarse con el Registro para cualquier solicitud, tiene que hacerlo en francés. Otros organismos del gobierno pudieran seguir en breve sus pasos.
Por otra parte, en los medios de prensa aparecen muy menudo los comentarios de los propios quebequenses que se quejan de ser ultrajados, maltratados y no servidos en francés en su propio territorio. Hace unos días se contaba la historia de una persona al que le llamaron la atención por hacer algo indebido en un cine del centro de la ciudad. Varios de los empleados se dirigieron a la persona en todo momento en inglés. Al pedir que le hablaran en francés, uno de los empleados del cine le gritó
Fucking Quebecer.
Se sienten amenazados, heridos en su amor propio, tienen temor de perder el bastión montrealés y ceder sus posiciones al "maldito" inglés y a los "bastardos" anglófonos. Lo cierto es que en las regiones que están fuera de esta isla, el francés es altamente predominante y a medida que uno se dirige hacia el Norte más marcado es el uso de la lengua de Moliere. La tensión en Montreal aumenta. Si inicialmente se hablaba de 2020 como fecha tope para que los anglófonos fueran mayoría en la isla norteña ahora se habla de 2015, o sea dentro de unos tres años. Los organismos del gobierno que tienen que ver con el tema de la conservación del idioma están desesperados y lanzan nuevas campañas y exploran nuevos métodos para rescatar el francés en Montreal. Muchos de los nuevos inmigrantes prefieren el inglés y pasan olímpicamente del francés. Los propios hijos de los francófonos se han dado cuenta que tienen que aprender inglés para poder trabajar en Montreal, donde, por cierto, el bilingüismo es una condición muy importante, prácticamente decisiva, para poder obtener un empleo en una ciudad donde la gran mayoría de los empleadores consideran que el saber las dos lenguas oficiales de Canadá es una virtud y no un lastre.
Lo último acontecido en esta novela de desamor y drama es que hace un mes atrás el gobierno de Charest anunció que iría adelante con el comienzo de la enseñanza intensiva del inglés en la escuela durante todo un semestre en sexto grado y que será a partir del 2015, aunque algunas establecimientos pudieran ya comenzar en septiembre de este año. La medida vino directamente de la Oficina del Primer Ministro. ¿Por qué? Charest es liberal. Charest es pro-federalista. Charest no quiere la independencia de Quebec, pero sobre todas las cosas Charest se da cuenta que los quebequenses necesitan salir del ostracismo lingüístico en que se encuentran. La medida ha causado pánico en las escuelas y en los profesores. Argumentan que los alumnos no podrán componérselas con las materias en francés y aprender inglés al mismo tiempo durante todo un semestre. Luego del anuncio los mensajes de padres y profesores en los medios de prensa y en Internet están a la orden del día.
Para poner mi grano de arena declaro que mi lengua maternal no es ni inglés ni francés y viendo los hechos desde mi mentalidad de inmigrante me pregunto: ¿No se darán cuenta los padres de esos alumnos que aprender inglés hará más competitivo a sus hijos y los pondrá por encima de la mayoría de los anglófonos de Canadá que solo conocen una lengua?, ¿no se dan cuenta acaso que mientras más lenguas se aprendan más posibilidades hay de comunicarse con el mundo entero y de ser exitoso en la vida profesional y hasta personal?, ¿no se dan cuenta que el hecho de que sus hijos aprendan inglés no les va a impedir, en ningún momento, que hablen francés si ese es el idioma que se habla en la casa?