Hace poco, cuando estaba de viaje fuera de Canadá, me preguntaron cuál era la comida típica de Quebec. Instintivamente respondí que en realidad no había una comida definida como típica sino que aquí se come platos de todas las culturas, y que les gusta mucho comer verduras (algo que es muy francés), lo cual no está, por cierto, muy alejado de la realidad. Acto seguido agregué que en realidad había un plato que era considerado en la provincia como uno de los platos típicos de la cocina quebequense, quizás el más emblemático. Ante la mirada inquisidora de mi interlocutora, pasé a explicarle en qué consistía la codiciada mezcla. La persona no dio crédito a lo que estaba escuchando. El plato estaba compuesto por papas fritas, queso y salsa de carne. Sí, señores, hablo de la poutine.
La poutine es una de las bases de la comida rápida quebequense, y se sirve en puestos callejeros, restaurantes y en muchos comedores escolares e incluso en cadenas de comida rápida internacionales, como McDonald, KFC y Burger King. Es un plato muy calórico, y su contenido en colesterol y grasas es super elevado. La poutine puede contener carne de cerdo, carne de res, carne de langosta, carne de conejo, caviar o trufas.
Los estudios indican que el plato nació durante los años 50 de la pasada centuria en la región lechera del centro de la provincia de Quebec, donde aún hoy existen numerosas queserías que producen el queso cuajado necesario para el plato. Varias comunidades rurales de ese sector aseguran haber creado el plato, entre ellas Drummondville, Saint-Jean-sur-Richelieu y Victoriaville. El origen del nombre del plato es igualmente objeto de controversia. Algunas fuentes consideran que proviene de la palabra pudding, mientras que otras indican que poutine es una palabra del argot regional que significa "lío" o "mezcla rara". El nombre poutine ya era utilizado en otras regiones de Quebec y Canadá para llamar a los platos basados en la mezcla de patatas con otros productos, generalmente carne. Una historia muy citada es la de Fernand Lachance, de Warwick, Quebec, quien asegura que el plato fue inventado por él en Warwick el año 1957 y al hacerlo dijo: ça va faire une maudite poutine (esto será un gran desastre).
Es tan popular el plato que uno de los mejores grupos musicales de la provincia, Mes aïeux le ha dedicado una canción que ilustra muy bien y de una manera muy humorística el efecto del plato en el estomago, así como los efectos en el cuerpo en general. El tema se titula Hommage en grains y aquí se los dejo para que se deleiten con la melodía y la letra. Y mientras escuchan, traten de recordar si han probado en alguna ocasión la poutine. Si no, ¿qué esperas? Hay que probarla al menos una vez en la vida y ver de qué se trata.
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