Al que no quiere cola... Compartir

El pasado 29 de mayo se celebró, en la ciudad, el Día de los Museos de Montreal. Básicamente es un día (por lo general un domingo) donde varias instituciones abren sus puertas de forma gratuita para que el gran público pueda visitarlas. Como es un solo día al año hay que planificar bien la salida y, sobre todas las cosas, ser muy selectivo, pues al ser 32 los musesos participantes, evidentemente tu selección se debe limitar a dos, tres quizás, porque mientras más selecciones hagas, más riesgos hay de no poder visitarlos porque el evento comienza a las 9 de la mañana y termina a las 6 de la tarde, es decir ocho horas.

Sobre las nueve de la mañana ya se apreciaba en varios lugares de la ciudad el movimiento de personas y por citar un ejemplo, el Museo de Bellas Artes de Montreal, fue uno de los que más llamó la atención de los citadinos, sobre todo por la exposición de los soldados chinos de Terracota, a escala natural. La cola en este lugar era inmensa, doblaba la cuadra del museo y se extendía por tres calles a la redonda del local. ¡Parecía interminable! De vez en cuando pasaba por el lugar un empleado de seguridad del Museo, anunciando a todas voces y en forma muy calmada que la espera para entrar era de 4 horas y que después se podía estar dentro del museo solo durante cuarenta y cinco minutos. La jornada estaba particularmente nublada aunque según habían anunciado comenzaría a haber algo de sol a partir de las doce del mediodía. Fue esa la razón por la que muchas de las personas que se dieron cita en el Museo, al escuchar las "esperanzadoras" palabras del joven empleado, decidieron poner rumbo a otros destinos, o retornar otro día, aunque hubiera que pagar. Eso me incluía.

Otras de las grandes atracciones de la jornada, por su interactividad con niños y adultos, lo es el Biodôme de Montréal, una especie de zoo que recrea el mundo de cinco ecosistemas. Otra larga cola se dibujaba también por esos contornos. Comenzó a llover sobre la una de la tarde. Aunque realmente esta cola parecía avanzar de forma más rápida. Interesante lugar este aunque en realidad, opinión personal, esperaba más. Finalmente pude admirar durante unas dos horas el interior del lugar, y su variedad de animales.

Ya eran las cuatro y diez de la tarde y aún el día no terminaba, los museos acabarían su actividad en dos hora y media. Daba tiempo ir a un tercer destino y dirigí mis pasos a un destino no previsto con anterioridad: el Museo de Arte Contemporaneo de Montreal. Se anunciaba allí la presentación de una colección de obras de artistas canadienses, además de una colección de obras geométricas. Quizás porque ya terminaba la jornada, o porque el interés en este museo no era mucho, en este último lugar hay que reconocer que solo fue llegar y entrar. En sentido general, en una parte de la exposición había obras interesantes, con excelente factura artística, pero había otras que no estaban precisamente a esa altura.

El resumen de la jornada fue agotadora pero fue una experiencia interesante. Creo que deberían hacerlo más veces al año, sobre todo, para que la gente no se concentre alrededor de un lugar en un solo día. No estuve en otros lugares, pero también supongo que haya museos que sean de menos interés para las personas, por tanto, menos cola que hacer.

La buena noticia para el que está o para el que llega es que puedes visitar al menos una vez al año los museos en Montreal sin tener que pagar (la tarifa normal de entrada a uno de ellos está alrededor de los 20 dólares por persona). La mala es que hasta en Canadá hay que hacer inmensas colas en determinadas ocasiones. Al ver aquel fenómeno, me acordé inmediatamente de las extenuantes colas cubanas. Y esta no es la primera vez que veo este hecho. A finales de diciembre del año pasado ya había experimentado la aglomeración de las personas, en el llamado Boxing Day, día en el que supuestamente los comercios hacen rebaja de precios, y digo supuestamente porque la historia luego demuestra que no es tan así y que todo no es más que parte de una gran estrategia comercial.

Categorías: Vida urbana